La existencia de vertidos de aguas fecales al lago de Sanabria, la mayor superficie de agua glacial de la península Ibérica, ubicado en un parque natural de la Red Natura 2000, es un hecho que prácticamente ya nadie niega. Tampoco las deficiencias de los sistemas de depuración que lo rodean. Varios informes, entre ellos uno del Seprona de noviembre pasado, han constatado defectos en la red de saneamiento.
Un vertido fotografiado hace 10 días en el lago de Sanabria. / EBI (EL PAÍS)
Sin embargo, la situación del lago sigue sin poner de acuerdo a los científicos. Mientras algunos afirman que su estado ecológico es “muy bueno”, otros señalan que el proceso de eutrofización (contaminación) es “evidente”, tal y como se evidenció este martes durante una jornada organizada por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente.
Al informe de la Guardia Civil, que entre otras cosas detectó estaciones de depuración con “acumulación de residuos sólidos”, en situación de “abandono aparente” y que parecían no haber sido puestas en servicio nunca, se suma el acta que este pasado fin de semana levantó una notaría a instancias de la Estación Biológica Internación (EBI), la empresa que gestiona un catamarán turístico y hace investigación científica en el lago. El acta recoge la existencia de vertidos a apenas cuatro metros del lago, procedentes de la arqueta de una alcantarilla situada en la playa de la Viquiella. “El olor en el lugar es desagradable (a putrefacción) y el agua que vierte la alcantarilla es irisada, aceitosa o grasienta”, recoge el acta consultada por EL PAÍS.